El pasado 18 de octubre, Paul Kagame, presidente de Rwanda, se convirtió en noticia obligada, ya que hizo un cambio de gabinete y en este último apostó por la igualdad genérica. Así, estará conformado por 50% de mujeres e igual proporción de hombres. La situación llamó la atención, pero tampoco sorprendió tanto, pues Rwanda tiene una tasa de participación femenina muy alta en el ámbito legislativo. De hecho, el 61,3% de quienes integran el Parlamento de Rwanda son mujeres.
Raimundo Gregoire Delaunoy | 27 de diciembre de 2018
Días después, otro país africano, ahora Etiopía, causó revuelo, ya que, por primera vez en su historia, nombró (a través de su Parlamento) a una mujer como presidenta del país. Si bien es un cargo simbólico –el que tiene el poder es el primer ministro-, no deja de ser un dato relevante. Tanto así, que Sahle-Work Zewde es, en la actualidad, la única jefa de estado de África.
Pero esto no es todo, pues el reformador Abiy Ahmed –que se ha convertido, sin dudas, en uno de los grandes personajes políticos del año- ya había dado otro paso, pues la semana anterior había nombrado a su gabinete y en éste optó, al igual que Kagame, por la paridad genérica. Así, diez de sus integrantes son mujeres y la misma cantidad corresponde a hombres. Aún más, se la jugó nombrando a una representante femenina en cargos tan importantes –e históricamente reservados para alguien del género masculino- como en el Ministerio de Defensa.
Para tener una mayor noción sobre lo acontecido en Etiopía y Rwanda, cabe revisar algunas cifras. Según datos de la Unión Interparlamentaria, en 2017 había apenas seis países (a nivel mundial) con 50% o más de mujeres en jefaturas ministeriales. En dicho listado, resaltaban Rwanda (7°, con 47,4%), Sudáfrica (9°, 41,7%) y Uganda (19°, 36,7%).
Respecto de la participación parlamentaria femenina, solo dos estados tenían, en su Parlamento unicameral o su Cámara Baja, una tasa de 50% o más, destacando Rwanda (1°, 61,3%), Senegal (7°, 42,7%), Sudáfrica (9°, 42%), Namibia (12°, 41,3%), Mozambique (13°, 39,6%), Etiopía (17°, 38,8%) y Angola (19°, 38,2%).
¿Dónde se ubica Chile en estos rankings? En el primero, aparece en el puesto 22°, con un 34,8% de ministerios a cargo de mujeres, en tanto que en el segundo figura en el lugar 128°, con un débil 15,8%. ¿Cuál es la media mundial? En el caso de los ministerios, la tasa de participación femenina es 18,3%, mientras que en el ámbito parlamentario es 23,3%.
Una medición más permite profundizar en el tema de la (des)igualdad genérica en África y Chile. Según el Índice de Brecha de Genero de 2018, el cual es publicado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), tres países africanos se ubican entre los 20 primeros del listado. Se trata de Rwanda (6°), Namibia (10°) y Sudáfrica (19°). A ellos se deben agregar Burundi (31°), Uganda (43°), Zimbabwe (47°) y Mozambique (49°), quienes integran el selecto grupo de los 50 mejores del mundo.
Por ítem, dado que el índice del WEF involucra a cuatro variables, siguen llegando buenas noticias provenientes de África. Es así que en «participación económica y oportunidad» destacan Benín (4°), Burundi (5°), Guinea (7°), Camerún (8°), Namibia (12°), Botswana (13°), Ghana (25°), Rwanda (30°), Kenya (37°), Zimbabwe (40°), Liberia (41°) y Madagascar (48°), mientras que en «logros educacionales» resaltan Botswana, Lesotho -los cuales comparten el primer lugar con otros 24 estados del mundo- y Namibia (42°). A su vez, en «salud y supervivencia», Angola, Botswana, Eswatini, Kenya, Lesotho, Malawi, Mauricio, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Uganda y Zimbabwe se ubican en el grupo de 40 países que se posicionan en la primera plaza a nivel mundial. Por último, en «empoderamiento político», África vuelve a sobresalir, ya que Rwanda (4°), Sudáfrica (17°) y Namibia (20°) están entre los 20 primeros, en tanto que Mozambique (26°), Senegal (30°), Uganda (32°), Burundi (40°), Tanzania (43°) y Liberia (47°) aparecen en el segmento de los 50 mejores.
¿Qué ocurre con Chile en el índice del Foro Económico Mundial? A nivel general, ocupa el casillero número 54, es decir, es superado por siete estados africanos. En lo particular, Chile tiene sus mejores resultados en «empoderamiento político» y «logros educacionales», ubicándose en los puestos 31° y 37°, respectivamente. Algo más atrás aparece en «salud y supervivencia» (59°) y, en algo preocupante, queda bastante lejos en «participación económica y oportunidad», donde se queda con el lugar 120°.
En resumen, lo que ocurre con Etiopía, Rwanda y otros países de África amerita mayor difusión, pues dichos estados, al igual que Chile y la mayoría de los países del mundo, están en plena lucha por la igualdad genérica. Además, uno de los temas principales de debate ha sido, justamente, la participación de las mujeres en diversos ámbitos como la política, el mercado laboral y la educación. Por eso, genera tristeza que, nuevamente, se le entregue poca visibilidad a lo que pasa con los estados africanos, en particular, y con África, en general. Hace unos días, la prensa chilena no tuvo problemas en informar sobre un accidente ferroviario en un país de dicho continente, pero ahora, que es momento de mostrar hechos esperanzadores y positivos (índices o cifras que posicionan a ciertos países de África entre los mejores del mundo y superando a Chile), ya no hay tanta cobertura.
Como siempre, África termina siendo un continente del cual llegan pocas buenas noticias y muchas de las malas. Y, aunque muchos no lo crean, de las primeras hay muchas, solo que parecen ser invisibles en el lejano Chile.