El último informe entregado por la Comisión dio cuenta del actual contexto en el cual se encuentran los diversos procesos integracionistas del bloque europeo. Lo más destacable es el notable avance de Croacia, mientras Turquía y Macedonia siguen sumando más dificultades que facilidades en su intento de adhesión a la UE. Así las cosas, todo parece indicar que de aquí al 2010 el número de integrantes de la Unión Europea pasará de 27 a 28.
En octubre de 2005, Turquía y Croacia iniciaron, oficialmente, las negociaciones de adhesión. Posteriormente, en febrero de 2008, la Antigua República Yugoslava de Macedonia alcanzaría el mismo status de turcos y croatas. Así las cosas, estos tres estados se convertirían en los principales candidatos –en estos momentos- que pugnan por ingresar a la Unión Europea (UE). Obviamente, cada uno de estos países tiene una historia distinta con la UE y eso se refleja en los distintos procesos que han tenido.
Mientras Turquía lleva cerca de 50 años en pos de su sueño europeo, Croacia y ARY Macedonia son nacientes repúblicas y por ello se entiende que su peregrinar europeo es apenas incipiente. Sin embargo, estas notables diferencias no se hacen tan evidentes a la hora de analizar el camino de la ampliación de la Unión Europea. Puede sonar paradójico –para alguien que no conozca mucho el tema-, pero el sentido común hace pensar que el próximo estado miembro del principal bloque europeo no será Turquía, sino que Croacia. Cuesta entenderlo, pero esa es la realidad del momento.
Es por eso que el informe anual entregado por la Comisión -dirigido al Consejo y el Parlamento Europeo- adquiere gran relevancia, ya que permite establecer, a ciencia cierta, hacia dónde va el asunto de las próximas ampliaciones de la Unión Europea. Primero, en relación a los estados que ya están en las negociaciones de adhesión –Turquía, Croacia y ARY Macedonia- y, segundo, tomando en cuenta los potenciales candidatos como Albania, Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Montenegro y Serbia, todos pertenecientes a los Balcanes Occidentales.
En este sentido, es importante consignar que el informe anual acerca de la estrategia de ampliación y los desafíos para 2008 – 2009 da cuentas de ciertos aspectos que deben ser resaltados. Algo esencial es poner énfasis en uno de los principales mandatos, según el cual se necesita un consenso para las ampliaciones. Esta orden o recomendación hecha por la Comisión obviamente tiene una directa relación con lo sucedido en el caso de Turquía, país que no cuenta con el apoyo de todos los integrantes de la Unión Europea. Aún más, la Comisión aclara que se deben llevar a cabo ciertas mejoras, dentro de las cuales se incluye la necesidad de “cumplir lo pactado”. Nuevamente, otra alusión al caso turco y la negativa, por ejemplo, de Francia y Alemania al ingreso de Turquía en el seno del bloque europeo. En paralelo, el informe pide “condicionalidad justa y rigurosa”, además de una “mejor comunicación con el público” y la “capacidad de integrar nuevos miembros”. Por último, se pone de manifiesto que el imperio de la ley y el buen gobierno son “esenciales para ingresar a la UE” y que salvo Turquía, Croacia y ARY Macedonia, los “demás estados serán candidatos cuando lo demuestren”.
Turquía o una ampliación que complica
Tras ciertos acontecimientos ocurridos en el último año, el gobierno turco se ha convertido en un activo y relevante participante de la política internacional. Sabiendo que el actuar en las relaciones exteriores es un factor determinante en su entrada a la Unión Europea, Turquía ha recuperado su liderazgo regional. Si anteriormente se le conocía por ser la segunda mayor potencia militar de la OTAN (sólo superada por Estados Unidos), ahora puede jactarse de tener un rol bastante más benigno y alentador.
A diferencia de otros momentos, el gobierno turco ha tomado conciencia de sus responsabilidades como eje de conexión entre Europa y Medio Oriente. Es así que Turquía ha tenido una creciente y relevante participación en el proceso de paz de dicha zona. Trabajando en pos de una reconciliación y un entendimiento entre la Autoridad Nacional Palestina e Israel, el gobierno turco no ha cesado en sus intentos de mostrarle al mundo que Turquía siempre busca la armonía regional. Por eso su intensa labor en el acercamiento entre Siria e Israel, el cual se ha producido gracias a la mediación del gobierno turco. Pero su política exterior no sólo ha estado destinada a Medio Oriente, ya que Turquía tuvo un relevante rol en el último conflicto entre Georgia y Rusia, originado en Osetia del Sur. Por último, y en algo que puede y debiera traer positivas consecuencias en su proceso de adhesión a la Unión Europea, el presidente de Turquía, Abdullah Gül viajó, en septiembre pasado, a la vecina Armenia. Este hecho no pasó desapercibido, ya que Gül se convirtió en el primer mandatario turco en visitar Armenia, país con el cual Turquía mantiene un antiguo conflicto por el genocidio armenio ocurrido a comienzos de siglo veinte.
Siguiendo con el aspecto internacional, Turquía ha consolidado su importancia estratégica debido a su posición geopolítica, algo que también tiene una directa relación con el tema energético y, en particular, con el proyecto del gasoducto Nabucco, que permitiría a Europa abastecerse de gas, pero sin depender de Rusia.
En definitiva, el activo e inteligente accionar de Turquía en la política exterior le ha significado establecerse como un estado capaz de prevenir y resolver conflictos, lo cual ha fortalecido aún más su robusta imagen de potencia regional. Quizás la única gran deuda sea el tema kurdo, pero es algo que poco a poco comienza a entregar señales positivas. La última de ellas fue la confirmación de la creación de un canal de televisión kurdo que será transmitido por la señal turca.
En cuanto a los aspectos internos, Turquía logró salir adelante de un duro 2008, en el cual hubo tensión política. Claro, porque el Procurador General intentó dejar fuera de acción al Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), del cual son militantes el presidente, Abdullah Gül, y el primer ministro, Reccep Tayip Erdogan. Además, el Tribunal Constitucional revocó la medida del libre uso del velo en las universidades, algo que generó disconformidad en el AKP, que siempre recibe acusaciones de no respetar el laicismo. Afortunadamente, el gobierno turco supo manejar bien aquel momento de tensiones y así evitó lo que pudo ser una crisis política y social de peso.
Se han producido avances en la libertad de expresión y, de hecho, se hizo una enmienda al famoso artículo 301º del Código Penal. De todas formas, aún falta mucho camino por andar en lo relativo a este ítem, ya que el ejercicio del periodismo, sólo por dar un ejemplo, sigue siendo una tarea bastante difícil, por las barreras y la censura existentes. También se destacaron los esfuerzos y progresos en los derechos de las comunidades no musulmanas. Por contrapartida, se debe seguir fortaleciendo la institucionalidad democrática, hay que trabajar en los Derechos Humanos y se debe mantener el tranco modernizador del estado. Además, los derechos de la mujer y una mayor reglamentación de los partidos políticos se han convertido en dos puntos que necesitan atención especial.
Finalmente, la economía turca ha mantenido cierta estabilidad macroeconómica, aunque con un crecimiento a una tasa menor. El sector banquero de Turquía no se ha visto seriamente afectado por la crisis mundial, pero el financiamiento externo de la economía turca aumenta la vulnerabilidad ante los sucesos internacionales. Se ha comprobado que Turquía posee una economía de mercado en los términos expuestos por los Criterios de Copenhague y debería estar en condiciones de competir al interior de la Unión Europea en un mediano plazo.
En conclusión, Turquía sigue mostrando avances e importantes progresos en su objetivo de ingresar a la Unión Europea. Sin embargo, el proceso de adhesión está lejos de acercarse a la etapa final, ya que sólo ocho de los 35 capítulos han sido abiertos y algunos temas de gran peso siguen sin poder resolverse. Los Derechos Humanos, la libertad de expresión, la resolución de conflictos con países como Chipre y Armenia y la cuestión kurda siguen siendo grandes barreras y por ello parece imposible una adhesión de Turquía en el corto e incluso en el mediano plazo. Eso, sin siquiera contar el rechazo de Nicolas Sarkozy y Angela Merkel a la integración de Turquía en el bloque europeo.
Ampliación en los Balcanes Occidentales
Tras la independencia de Kosovo, se pensó que esta región podría verse afectada, no sólo en lo geopolítico, sino que también en otros aspectos como, justamente, el proceso de integración en la Unión Europea. Como ya es sabido, Eslovenia es la única república de la Antigua Yugoslavia que ha sido aceptada en la UE. Esto último siempre ha sido un espejo para los demás estados de la zona, quienes ven los positivos efectos que ha generado esta adhesión al pueblo esloveno. Ahora, es cierto que los euroescépticos ponen especial atención a temas como la pérdida de identidad, la falta de una regulación justa en el conflicto balcánico y, ahora último, un nuevo orden tras el surgimiento de Kosovo independiente. Sin embargo, los países de los Balcanes Occidentales mantienen su postura de acercamiento al principal bloque europeo.
De todas formas, el camino se torna cuesta arriba, ya que, según el Informe de la Comisión, todavía existen carencias que hacen imposible un mayor avance en el proceso de adhesión de estados como Albania, Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Montenegro y Serbia. La consolidación de las instituciones, la construcción de un verdadero estado y el buen gobierno siguen siendo una deuda de la mayoría de estos países. A ellos se suman las deficiencias en seguridad, estabilidad y prosperidad de los pueblos. Por si fuera poco, el diálogo político debe ser reforzado (especialmente en asuntos étnicos), mientras que los asuntos de vecindad y fronteras deben ser resueltos en su totalidad.
Las políticas sociales y de empleo aún son insuficientes, lo cual se suma a temas económicos como la inflación, el déficit fiscal y el desempleo. También, se debe llevar a cabo un reforzamiento del imperio de la ley, al mismo tiempo que la lucha contra la corrupción y el crimen organizado debe ser erradicado, algo que hasta el momento no se ha podido lograr. Por último, el Informe Anual 2008 de la Comisión estableció que los desafíos macroeconómicos para la región han aumentado, algo que se intensificará durante 2009, debido a la crisis financiera y económica mundial.A continuación, un breve resumen de la situación de los países balcánicos:
Albania
El país ha mostrado ciertos progresos en algunas reformas políticas claves, pero el imperio de la ley y el correcto funcionamiento de la instituciones del estado siguen siendo los principales desafíos. Lo mismo ocurre con la administración y la capacidad de reforzamiento, que todavía no están a la altura de los cánones establecidos por la Unión Europea.
ARY Macedonia
El gobierno macedonio ha mostrado avances en la reforma judicial y policial, pero algo más importante aún es que ha cumplido con los requisitos delineados por el Acuerdo de Estabilidad y Asociación. Sin embargo, la últimas elecciones parlamentarias estuvieron afectadas por irregularidades y violentos incidentes. Además, falta consolidar un diálogo político constructivo y una acción determinada en miras a la implementación total de reformas de acuerdo a los requerimientos de una posible negociación para la adhesión.
Bosnia-Herzegovina
El consenso en reformas prioritarias sigue siendo el principal déficit. También existen problemas en torno al Acuerdo de Paz Dayton-Paris, ya que ciertos elementos constitucionales establecidos por este arreglo han sido puestos en duda por líderes claves. Algunas reformas relacionadas con el proceso de adhesión a la Unión Europea se han estancado.
Croacia
Las negociaciones para la adhesión han entrado en la fase final, lo cual ha permitido demostrar a la región que la posibilidad de ser miembro de la Unión Europea es una realidad, pero que requiere de muchos esfuerzos y, lo principal, del cumplimiento de los requisitos esenciales. Si todo se desarrolla con normalidad, Croacia debiese ingresar al bloque europeo a fines de 2009 o durante el primer semestre de 2010.
Kosovo
22 de los 27 estados miembros de la Unión Europea han reconocido a la república kosovar, lo cual debiese facilitar el accionar de la misión EULEX. Según el Informe Anual 2008 de la Comisión, la situación de Kosovo es «sui generis» y no se puede considerar como un precedente para otras hipotéticas independencias de facto. Otro punto importante tiene que ver con la Constitución Política de Kosovo, ya que según el reporte elaborado por la Comisión, la ley fundamental kosovar está en línea con los estándares europeos. En paralelo, se destaca el trabajo realizado en legislación clave, aunque todavía quedan tareas pendientes como la consolidación de las instituciones estatales, el reforzamiento del imperio de la ley y el diálogo y reconciliación entre las diversas comunidades.
Montenegro
Se han llevado a cabo importantes reformas políticas y la implementación de un acuerdo interino avanza en todos sus aspectos. De todas formas, se necesitan más cambios en la reforma judicial y una mayor fuerza del imperio de la ley. Por último, la capacidad de reforzamiento y la administración deben mejorar.
Serbia
El gobierno serbio ha confirmado su compromiso a cooperar con el Tribunal Criminal Internacional para la Antigua Yugoslavia (ICTY) y esto ha quedado demostrado con el arresto de Radovan Karadzic, uno de los criminales de guerra más buscados y que estaba prófugo desde 1996. Sin embargo, aunque se trata de un gran paso hacia adelante, aún falta mucho por realizar en el tema de los crímenes de guerra y las limpiezas étnicas ocurridas antes y durante la Guerra de la ex-Yugoslavia. Serbia ha mostrado capacidad administrativa para tener progresos en pos de ingresar a la Unión Europea, pero en los últimos años el ritmo de las reformas se estancó. Todavía hace falta una reforma judicial y una mayor lucha contra la corrupción, especialmente en el ámbito de la prevención.
Unión Europea de 28 estados, lo más lógico de aquí al mediano plazo
Tomando en consideración el contexto actual, lo establecido en el Informe Anual 2008 y la evidencia histórica de los procesos de adhesión a la UE, todo hace pensar que salvo Croacia, ninguno de los otros países debería ingresar al bloque europeo, al menos de aquí al 2015.
Nadie tiene una bola de cristal que permita asegurar hechos, pero sí se puede establecer que Croacia, tal cual lo indica el reporte elaborado por la Comisión, está en la fase final de este camino de integración. Por contrapartida, Turquía sigue entrampado entre sus problemas y la reticencia de ciertos estados emblemáticos como Alemania y Francia. Con apenas ocho de los 35 capítulos abiertos, el ritmo de las negociaciones es demasiado lento y, peor aún, nada hace presagiar que esta velocidad vaya a aumentar. En cuanto a la Antigua República Yugoslava de Macedonia, ésta se encuentra recién en las primeras etapas del proceso de adhesión. En este sentido, deberá trabajar bastante, especialmente en lo que respecta a la institucionalidad y seguridad democrática.
Por último, da la impresión que Albania llegará a ser candidato a la ampliación en el corto plazo, pues ha evidenciado importantes avances. Lo mismo para Bosnia-Herzegovina y, en menor medida, Serbia y Montenegro. Casa aparte es el de Kosovo, que recién está intentando consolidarse como estado independiente.
Raimundo Gregoire Delaunoy
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